martes, 3 de marzo de 2009

Descargas: Nemesis del Imperio Comercial.

A lo largo de la historia se ha estado demostrando que nada es para siempre, ya que todos los imperios han sucumbido en sus respectivas circunstancias, las cuales han sido dignas de figurar en los vastos libros de historia. Estos hechos no ocurren si es que no son provocados por algo o alguien que busca imponer ideas egoístas que son evidentes de ser para un beneficio propio. Estos pensamientos impuestos por la fuerza y carentes de un diálogo constructivo, son lo que conocemos como "Dictadura". Por ejemplo, los Romanos en cierta forma fueron dictadores, ya que buscaban hacer valer innegablemente sus ideales a otras culturas (y así terminaron...). Lo mismo podríamos decir con los Egipcios, los Aztecas, las Colonias Inglesas, las Monarquías Absolutistas, los Nazis, el Gobierno Militar, etc.
En una dictadura no necesariamente tiene por qué haber guerra, muerte o esclavitud. Tampoco es menester considerarla con ese nombre. Por ejemplo, un teniente del ejército impone una dictadura para con sus inferiores, ya que aplica sus órdenes sin dar lugar a comentarios. Las actitudes dictatoriales también se encuentran en la mayoría de los trabajos de relación de dependencia, sea cual sea el rubro. Asimismo, existe otra área en la que hay influencias similares a las anteriores, un lugar en donde manda quien mas tiene, ese mundo del que vamos a hablar en esta oportunidad es nada mas y nada menos que el mismo Comercio.
Muchos quizás no le den veracidad a mis palabras, porque superficialmente no existe nada mas democrático que el poder comerciar: uno vende a un precio y el otro elige qué comprar y cuándo, teniendo incluso la posibilidad de regatear (negociar el importe). Pero, ¿Qué pasaría si dependieras de un solo vendedor (o grupo de vendedores) y que no te queda otra mas que acatar el precio que ellos te asignan?. Ahí podríamos hablar fehacientemente de una actitud dictatorial (Sin importar si decidas comprar o no el producto en cuestión). Eso ha ocurrido durante años y años en todo el mundo. Ya no se mercadeaba mas, uno iba y pagaba el precio que veía en la góndola. A excepción de los alimentos y artículos de limpieza (los cuales son productos negociables debido a la intervención del Estado), todo lo demás se ha convertido en objetivos de quienes podían alcanzarlos (como dije antes, “manda quien mas tiene”), ya que el precio no era accesible para cualquiera. Evidentemente no había lugar a diálogo, ya que dichos vendedores son pertenecientes a empresas privatizadas que hacen uso del capitalismo liberal.
Sin embargo, toda dictadura finaliza cuando personas con los mismos ideales deciden unirse en contra de aquello que les resulta injusto. Esto es conocido como “revolución”. Estas culturas subversivas buscan por todos los medios de contrarrestar aquello que los hizo nacer (rarísima paradoja, pero cierta).
Ahondando un poco en el tema musical, las casas disqueras siempre han impartido un régimen muy poco ortodoxo tanto para los músicos (abusos contractuales), como para los mismos consumidores (Precios altos). Antes, la única forma en que un oyente podía escuchar aquellas canciones que tanto le gustaban, era comprando el disco al cual pertenecía. Quizás el comprador deseaba escuchar un solo tema, pero era inevitable adquirir el conjunto o álbum. Las disqueras, consientes de su propio monopolio, fijaban los precios a su gusto, considerando que “son las únicas que lo tienen, si lo quieren paguen”. Cada día que pasaba, el fortalecimiento de la industria musical aumentaba a ritmo geométrico, conforme las modas y los grandes artistas generaban en la muchedumbre. Resumiendo todo, las discográficas eran las dictadoras del comercio.
Pero, como dije al principio, cada dictadura sucumbe con una revolución. Dicho levantamiento fue encabezado por el programador Adam Hinkley, quien fue el creador del primer sistema de intercambio P2P (Peer to Peer). Dicho software permitió poder intercambiar información (MP3, películas, documentos, etc) entre sus mismos usuarios sin la necesidad de una base de datos central, es decir, cada PC estaba interconectada a una red de transferencia masiva en la que cada misma era una virtual fuente de data. Posteriormente, basadas en las ideas iniciales de Adam surgieron nuevos programas P2P tales como Emule, Limewire, uTorrent, Ares (el mas popular del mundo), entre otros.
Esta novedad generó una gran crisis en las industrias discográficas, cinematográficas, informáticas y hasta literarias, debido a que decrecieron mas del 45% sus respectivas ventas. Era lógico, nadie soportaba tener que gastar una cifra considerable para darse un gusto pasajero, pero éstos no tenían ni las herramientas ni el conocimiento necesario como para encontrar una solución beneficiosa.
Como ustedes han leído, la relación “dictadura-revolución” tiene una gran similitud con hechos cotidianos de la vida, especialmente en lo que a nosotros mas nos gusta: la música. También nos dimos cuenta una vez mas, lo irrevocable que demuestra ser día a día el proverbio de que “nada es para siempre”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario